Sobre mi actividad como escritor

20 sep 2022

Por ahora he estado dejando de lado la elaboración de historias. Me mareo de pensar todas las ideas que tengo pendiente. Estoy algo más centrado en mis ensayos. Quisiera que mi compilado de ensayos fuera el siguiente libro que libere, quisiera estarlo terminando en un periodo de no más de un año, pero los obstáculos son grandes. Incluso si lo terminara para entonces no significa que lo publicaré inmediatamente. Los dos libros anteriores que he terminado estuvieron un año más o menos en el horno. No sé otros escritores, pero para mí, y creo que para muchos, es muy relevante dejar reposar un trabajo escrito y luego volver a revisarlo pasado un buen tiempo con la cabeza más fresca. Es como dejar madurar algo, o madurar uno mismo y permitirse ver el trabajo del pasado desde una nueva perspectiva más rica.

Eso es cierto para las novelas. Pero no sé realmente si aplicará para un compilado de ensayos. De partida creo que el hecho de dejar reposar una idea es la principal causa de haber estado alargando tanto este proyecto. Seré honesto. Si bien no he estado pendiente de construir un libro desde ese momento sí llevo más de diez años escribiendo ensayos, incluso desde antes de saber que eran ensayos. Hace diez años tenía una opinión sobre una idea, en cinco años tenía otra, y hoy tengo otra radicalmente diferente. Uno no puede decir que los pensamientos actuales son más correctos o apropiados o inequívocos que los anteriores. Por eso me resulta tan difícil construir algo como esto, porque pretende ser una especie de retrato de mis pensamientos en esta época. Creo que es como si un pintor intentara retratar un escenario caótico, en pleno movimiento. Cuando termina de dibujar y/o pintar una cosa esta ya se ha movido o ha cambiado o desaparecido. Hay una cosa que tengo claro, y es que se necesita cierta velocidad. Hay que terminar el proyecto antes de que su estructura cambie, antes de que mis pensamientos cambien lo suficiente para que todo el conjunto se vuelva obsoleto.

No soy tanto así como el dios del caos como para cambiar tan radicalmente de opinión respecto de todo tema. Sí hay ideas que me han acompañado relativamente intactas desde el principio de mis andanzas como pseudo escritor, y son precisamente estas las que seguramente son las más importantes y las que me interesa transcribir con más urgencia. Pero incluso estas crecen, volviendo mi tarea casi inabarcable. Hoy tengo en la mira una serie de escritos que según mis cálculos conforman poco más de cien páginas en mi formato predilecto con 51000 palabras. Me decepciona un poco considerando que es el resultado de años de escritos y transformaciones de ideas. Me parece apropiado que el compilado en total tenga al menos el doble de esa extensión, quisiera que fueran de hecho entre 200 y 300 páginas.

Le tengo mucho cariño a estos ensayos. Muchos tienen la influencia de mis primeros escritos en el que fue mi primer blog. Claro, todos son la manifestación de todo el progreso que he amasado durante toda mi vida. Quiero hacer algo especial con estos escritos y no me importa realmente seguir en ello otros diez años si el resultado será satisfactorio. Pero como digo, a medida que pasa el tiempo voy perdiendo ideas porque hay otras que las van sobreescribiendo en mi mente o en el papel. Lo ideal es escribir ensayos, organizarlos y publicarlos cada 5 o 10 años. Ya voy muy atrasado, fácilmente he perdido buena memoria escrita del equivalente a dos compilados. Tengo que entender que mis ideas de hoy pueden y muchas veces deben quedarse sin mucho desarrollo. Tengo que entender que no es importante llevar un pensamiento a su consecuencia más significativa y a su fundamento más básico. Si quiero de cierta forma documentar mi mente y recordarme a mí mismo la trayectoria que mis pensamientos han seguido, entonces no puedo permitirme ser perfeccionista porque al menos en este caso el perfeccionismo es destructivo. Además así es precisamente como perfeccionaré de manera natural mis ideas a futuro, los compilados previos delinearán los posteriores y así quizás llegue al pick de mi vida.

Hace un tiempo también tengo la idea de hacer algo en particular con este libro de compilados. Lo imagino siendo una especie de novela visual. Bueno, una novela visual es como un cómic, o un manga. Esto, como es un ensayo que no tiene ni historia ni personajes en desarrollo no puede ser una novela visual. Pero aun así quiero que tenga ilustraciones, y sorpresa, ilustraciones hechas por mí. Mi visión se aproxima a algo más como uno de esos libros de textos de colegio, o para no comparar mis ensayos con textos educativos, es más apropiado entenderlo así como una revista. Si te has detenido a observar el formato, la estructura de las revistas entenderás a lo que me refiero. No quiero que este sea un libro de formato plano, frío. Una novela creo que puede permitirse serlo porque rebosa de conexiones humanas, guían de manera mucho más natural al lector por la aventura que significa una novela que representa y expresa una parte íntima del lector y/o escritor. Un ensayo… bueno, mis ensayos quizás pecan de ser demasiado subjetivos, pero siguen siendo impersonales, y creo que eso se nota demasiado en un libro de 200 o 300 páginas.

Ojo que las revistas están diseñadas para el público general, hablan de famosos, tecnologías, modas, y todas esas cosas que se apoyan y requieren imágenes para funcionar. En una revista el texto y las imágenes funcionan a la par por medio del diseño: la distribución, el estilo, los colores… Mi “revista” no puede ser tanto así como una revista porque el texto es lo primordial, las ilustraciones deben ser un complemento agradable, como un fondo en el cual recibir una idea.

El principal problema es que no dibujo tanto como para rellenar un libro de 200-300 páginas con imágenes. Es más, esas 200-300 páginas lo son sin imágenes de por medio. Si agrego imágenes, dependiendo de la manera en la que las use, se volverán algo así como 400 a 500. Así que sí, es un problema. Mi principal objetivo con mis ilustraciones es construir los recursos necesarios para las portadas de mis libros, y por supuesto, ahora construir los recursos necesarios para ilustrar mi compilado. Tengo un estilo propio que todavía estoy desarrollando, no es nada del otro mundo pero es mío. Siendo honesto, esta idea de ilustrar un libro de semejante extensión resulta algo poco realista sobre todo con mi nivel de habilidad. En este caso lo ideal sería un proyecto a muy largo plazo que seguirá en evaluación constante sin un enfoque final definitivo. Lo que sí pienso publicar el compilado sí o sí lo más pronto posible. Lo ideal es terminarlo en un año para publicarlo en dos, claro está en formato de novela sin ilustraciones, pero incluso así no creo que me demore menos de cinco años.

Seguiré desarrollando mi estilo de ilustrador, dibujando, quizás experimentando con formatos de páginas, y por supuesto, seguiré trabajando en mis ensayos.